Nunca el mundo estuvo tan unido en algo. Si algo bueno sacamos de todo esto, es eso. Por un momento se paralizó el planeta y todos nos aislamos por una misma meta. Todos nos juntamos por un mismo propósito, por la salud nuestra y la de los demás. Nunca antes tuvo tanto sentido la frase, que nos repiten tanto al ser madres, “cuídate tú y así podrás ayudar a los demás”, yo añadiría, ayuda a los demás a protegerse porque así todos nos cuidamos, comparte lo que tienes y no acapares porque todos vamos a la par, si uno tiene más y otro menos, todos perdemos.
Cuando el miedo por el contagio, la tristeza por la pérdida y la frustración por el encierro, nos invadan. De este motivo hay que sacar fuerzas. Cada muestra y acción que se nos ocurra, remarcará esta creencia ¡No estás sólo! Todos tenemos la misma idea en la cabeza. Estemos aislados o trabajando nos motiva el mismo pensamiento, salir de esta guerra sin más bajas. Paciencia y amor son los sentimientos que deben aflorar en cada acción…
Si eres sanitario, primero, gracias y mil veces gracias. Escucha los aplausos, son para ti y para todos los que han decidido dar sus vidas por los demás, en estos momentos tan difíciles. Ve en los ojos de tus pacientes, la infinita gratitud a tu trabajo, a tu fortaleza y a tu dedicación. Recuerda cuando nació tu vocación, las razones que te impulsaron, ahora es tu momento. ¡Gracias!
Si eres de los que tiene que salir a trabajar, piensa que no es solo por ti y por tu familia. Gracias a ti, la sociedad entera puede seguir adelante. Por primera vez, tu labor es reconocida y se considera esencial, eres central en esta guerra. Si los sanitarios son nuestra primera línea de batalla, tú eres nuestra base central. Sin vosotros, el batallón, los que nos quedamos en casa, estamos perdidos. ¡Gracias!
Para los demás, los que estamos en casa, con la frustración de no poder hacer más. Con la desesperación de estar encerrados, con la preocupación del que vendrá…¡Ya estás haciendo algo! Ésta batalla se libra en casa. Confía y agradece a todos los héroes de esta lucha. Ama a los que te rodean, aprovecha este momento para reencontrarte y encontrarte con tu familia, habla con ellos, pasa tiempo de calidad con ellos y contigo mismo. Ahora que la muerte nunca estuvo tan presente, aprovecha y disfruta cada momento. No te dejes llevar por una ira que no va contra nadie si no contra una situación que no puedes controlar, controla lo que si puedes, lo que haces con tu tiempo y con tus emociones. Si sientes ira canalizala a cualquier buena acción, por los demás (voluntariado), por tu familia (juega con tus hijos como si volvieras a ser niño), por tu pareja (sé romántico, se cariñoso, se amable, se paciente,…), por tu salud (cualquier tipo de ejercicio), por ti (ríe, escucha música, baila, juega,…)
Para los que han perdido a alguien y ni siquiera se han podido despedir. No os preocupéis, cualquier cosa, ellos ya lo sabían…
Gracias, animo y a luchar que esta guerra aún no se ha acabado.
PD. Este artículo fue publicado primero en Emociones en tiempos de Pandemia dentro de la iniciativa Proyecto Crece, liderada por El Diario Montañés.
Comentar también que recientemente he impartido un webinar gratuito sobre el tema. Puedes ver mi anterior artículo, que incluye enlace a los vídeos.